La cruda verdad.

Por: Paulina Hernández Núñez

El pasado 1º de mayo clausuraron el Club nocturno Dickens a causa de conductas inclinadas a la prostitución.

Para mí el trabajo de las sexoservidoras es tan respetable como el trabajo que realiza cualquier otra empleada, pero se me hace indignante que siempre la mujer sea vista como un objeto. No me cabe en la cabeza como puede haber lugares exclusivos para “admirar” a una mujer semidesnuda, mientras esta baila y se le da dinero, ¿para qué?, para que una bola de hombres, enfermos o insatisfechos vayan a pagarles mientras les dicen que les bailen.

Sé que este tipo de lugares lleva años en la sociedad, pero es algo que realmente me desagrada, ¿Por qué piensan que la mujer siempre estará dispuesta a satisfacer necesidades, antojos y ordenes de hombres machistas? Ahora bien, si esas mujeres se ganan la vida de esa forma es su decisión, pero yo creo que las mujeres tenemos más capacidades que solo “moverlas” por dinero.

Me duele que esto no se termine, me duele que aun en este tiempo de igualdad, la mujer tenga que acudir a ese tipo de trabajo. Y me duele aún más que los hombres sean tan irrespetuosos y se vayan por un camino tan desagradable.

¿Por qué seguir promoviendo la prostitución?

Despierta sociedad, despierta mujer, despierta gobierno. El país y el mundo entero se seguirán ensuciando si la mentalidad no se cambia y sobre todo la ética de cada uno de nosotros, me dueles sociedad.